EDIFICIO DE 28 VIVIENDAS EN GIRONA (2006-2010)


Desde el inicio planteé el proyecto como un ejercicio de plástica, con el objetivo de ofrecer una alternativa a las fachadas convencionalmente planas que escenifican nuestras ciudades, de tejido compacto.

Sin materiales lujosos, como un bloque pétreo cortado en bruto, se ha pretendido dejar esculpida en la ciudad otra opción, que siempre había pensado posible, que permita la interacción entre el espacio privado doméstico y la calle, con los filtros de transición necesarios aportando también riqueza al patrimonio urbano.

Todo ello en el contexto de siempre: la rigidez de los planeamientos urbanos en zonas donde prevalece la alineación a vial y la estrategia de las promotoras privadas donde su máxima es el rendimiento inmobiliario.

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